TU SOMBRA EN EL PORTAL (2005)

En ocasiones el sentimiento se mantiene en un estado de letargo que no permite "hacer mucho" por o en la música.
En esta ocasión, cada tema fue apareciendo por una situación y otra de manera "externa" hasta consumarlo por completo.
Otra situación (hasta cierto punto desesperante) es el no poder encontrar aún quién pueda producir de manera más profesional mi trabajo y, ello, me orilla a seguir inmerso en el trabajo casero.

Ahora, bajo tutela de Rojo Café (producciones discográficas) y de nueva cuenta bajo la producción de Alfredo Saras Rangel, parece que el disco tomará nuevas espectativas.

Gracias mil de nueva cuenta: Alfredo.
En este material se presenta una versión diferente del tema "Dame, Gaviota" que aparece en el disco anterior.

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LETRAS:
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EL SILENCIO DE MI NIÑA.

Otra vez la he mirado cerca, al cerco, suspirando;
otra vez enredada en las cobijas sin dormir
y a esos nueve años que le supe
pregunto si le pude comprender...

Maldecir algún sábado o domingo yo le oí,
qué decir si en silencio alguna tarde le seguí
contando bien los pasos al andar
siguiendo al que sería “su ideal”,
no sé lo que pudiera, no sé lo que supiera
susurrar o bendecir...

Un viento de estío, sé, se llevó
alguna promesa, un verso o canción
y en cada salida
las esquinas guardaban dolor.

La rosa vecina se percató
y hundía la espina en el corazón
de mi pobre niña
que en silencio mantuvo ese amor.


En algunas noches miré que, al dormir,
decía su nombre con voz muy sutil
y una perla clara
su mejilla podría recibir...

Pasaron tres años más, ella así,
bebiendo en silencio una voz sin oír...
fue mi pobre niña
que, a sus doce, un amor fue “morir”.


Letra y música: Eduardo Ulloa
A: América Iris Tovar Bustamante.
26 de noviembre de 2003

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JUNTO AL AZUL DEL MAR.


Era su sueño volver a navegar
mirando en el cielo a las aves junto al azul del mar
y siempre sonriendo, buscando amor en cada lugar;
Siempre, junto al azul del mar.

Era su celo que los años tragaran su empeño
y, en su mirada, poco a poco una tormenta formaba…
Y ella se extrañaba, no lo creía por lo joven;
Y, siempre, junto al azul del mar.

Y una de tantas primaveras
ya no sabía si era de noche o de día…
Se quedó sin luz
y los años se tragaron su virtud.

Imagino su soledad,
no le conozco una amistad,
ya no se ve reír en su portal.
Y ahora imagino su tiempo atrás,
en un crepúsculo rojo andar
y, rogándole al tiempo a gritos
¡devuélveme el azul del mar!

…y rogándole al tiempo agritos
¡devuélveme el azul del mar!


Letra y música: Eduardo Ulloa.
A: María de los Ángeles Soto Pinto.
26 de julio de 1993.

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MAR DE OTOÑO.


Muy a pesar de lo que todos digan, lo vuelvo a ver:
Dos labios rojos, dos ojos añil, hoy, tras de mí.
Y recordé miradas en mi umbral,
me recordé viviendo este cantar
en un mar de otoño, en un pasado y viejo otoño.

Topé con cielos y traté de hacerlos míos a costa del amor
y hoy se derrumban, se desgajan simplemente a causa de este amor.
Ya me arranqué mil penas ante el proceder,
volqué mis letras y mantuve mi quehacer
en mi mar de otoño, en mi nuevo y viejo otoño...

Y mientras tanto este suspirar,
Y, mientras tanto, este susurrar
que pinta en mí la vida.
Tomé mis libros, cartas y amistad,
mostré mis risas en un vendaval
que sabe a prisa... que huele a brisa otoñal.


Hoy les escucho hablando tras de mí
y no lo entienden mirando desde aquí
en mi mar de otoño, en el mismo y viejo otoño...

Y mientras tanto lo voy a sentir
Y, mientras tanto, lo voy a vivir
como espero que esto sea.
Con todo y cuentos, letras y cantar
tendré mil fechas, noches y verdad
sin importar que huela a prisa
o que llene el aire en nueva brisa otoñal.


A: Alfredo Saras R.
Letra y música: Eduardo Ulloa.
03 diciembre de 2003.

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COMPARACIÓN.

Pocas veces te he cantado
con aroma a lindas rosas;
tantas veces te he cantado
con “color marchito a rosas”

y es que yo lo he querido así,
y es que nadie me ha pedido a mí:
Que “le llore con una canción
y que diga que es mi inspiración”…
No sabe nadie mi dolor.

Tal vez ni yo mismo sienta
nada en serio al cantar;
tal vez ni tú misma sientas
algo en serio al llorar…
Y es que tú lo has querido así,
y es que nadie te ha pedido a ti:

Que le llores con una canción
y que digas que es por “compasión”…
entonces nadie sabe tu dolor.


Y es que yo lo he querido así,
y es que tú lo has querido así;
sólo es una comparación
y que vive en esta canción…
No sabe nadie nuestro dolor.


Letra y música: Eduardo Ulloa.
A: Guadalupe Partida.
09 agosto de 1987.

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QUIERO SER.


Quiero ser como blanca paloma de mar
que te lleve a conocer ocasos sin sal;
que se vistan los deseos de marfil
y en las noches no me hablen de mal,
que sonrían siempre para ti
y en tus ojos se plasme verdad.

Quiero ser un arroyo naciente de luz
con destellos ardientes, fugaces de amar,
que te vistan el alma de azul
y en tinieblas se pueda observar
tu silueta bordada de amor
para que yo le pueda cantar.

Quiero ser una voz escondida,
quiero ser un reflejo en tu vida,
vida, que suele soñar,
con blancas flores jugar;
vida, que todos los días
traigo en mi dulce pensar.



Letra y música: Eduardo Ulloa y Gilberto González.
27 diciembre de 1988.

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ENTRE UN SUEÑO Y LA RAZÓN.


Hoy me vi
andando en esas calles
donde alguna vez te descubrí;

Me perdí
revoloteando en sueños
y una lágrima tal vez debió acudir.

Te supe cerca y lejos a la vez
entre el humo de los autos a las diez
y yo sin tu regazo, sin tu voz
o tu mirar de amor.

Hoy te vi
vagando en esas calles
con la luna cobijándote sin mí;

Te sentí
tan libre con el viento,
como ola que no cesa de romper,

Y supe que debía comprender
al tiempo pues tenía la razón
de recordarme en un ocaso
sin regreso al corazón.


Te supe con la ola y con el viento
y sabía que tenías la razón…
sólo me vi sumergido en un sueño
y esta canción.


Letra y música: Eduardo Ulloa.
28 de junio de 2004.
A: Gabriela Núñez Mancera.

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NO TE CREAS.


No te creas...
A veces lo cotidiano suele ser
como aquellas muñecas antiguas de cartón café
que no cuentan la verdad y, cuando hablan,
nadie las podrá escuchar.

No te creas cuando alguien levante la voz “en son de paz”,
ya lo sé, (lero, lero)
lo hacen para que su grito llegue a más;
y su hipocresía va plasmada
en “el tono que la quieras escuchar”.

No te creas, no te creas
de esta vida o de su libertad
porque, cuando alguien “te pinta algo”
casi siempre oculta la verdad.

No te creas, no te creas,
las colinas y los montes no es igual
porque incluso, el paraíso,
sólo se hizo para alguien especial.



Letra y música: Eduardo Ulloa.
07 marzo de 1990.
A: Hugo Ernesto Trujillo Gracián.

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ALIENTO.


Vida, ¿qué es lo que tienes para mí?
Muerte, ¿qué es lo que escondes tras de ti?

Decir que sólo siento
lo que alguna vez perdí
me envuelve en llanto incierto
y lo vuelvo a resentir
aún sin aliento… aún sin aliento.

Días, ¿qué es lo que tienen tras de sí?
Noches, ¿qué es lo que esconden para mí?

Decir que no recuerdo
cuánto y cómo recibí
me troca el canto abierto
y se vuelve a convertir
en un “sin aliento”… en un “sin aliento”.

Mientras lo sueño
no lo quiero despertar
y, si lo siento,
no lo quiero desgastar
todas mis voces sólo vuelven a llamar
aún sin aliento.

Y, si despierto,
no lo quiero ya soñar
aún cuando incierto
se pudiera respirar
todo este aliento que me queda por gastar
sin estar muerto… sin estar muerto.


Letra y música: Eduardo Ulloa.
A: Cynthia Elizondo Zúñiga. (Costa Rica)
17 de abril de 2004.

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TU SOMBRA EN EL PORTAL.


Aunque me veas llorando puedo respirar,
lavar esas cortinas grises de mi estar;
Contar del uno al cien y hacer de pronto “que no sé”
cómo es que el viento me descubre a tientas el corazón.

Después de mil tropiezos puedo caminar
y hacer a un lado el velo que nubla mi mirar;
Con el amanecer llenar con tintes la razón,
pedir al tiempo un vuelo hacia los sueños sin adiós…

Puedo admirar aquel ocaso
o con la luna trasnochar
aunque siempre, al fin del día, tenga qué llorar…

Saber que sigo ilusionado
de tus palabras, de tu edad,
de tu sonrisa y de tu sombra en el portal.


Letra y música: Eduardo Ulloa.
A: Ruth Juliette Rubio Cardona.
27 agosto de 2004.

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DICIEMBRE NO SE HIZO PARA MORIR.


Once meses fueron el camino
abrupto que se pudo al fin cubrir
y se han atravesado varios ríos,
marejadas, crepúsculos plagados de dolor.

Fue creciendo el árbol, aquel niño
o la rutina se olvidó de amor;
llegaron otros libros, madrugadas, tardes,
noches y supimos conjugar el verbo así.

Hoy son las luces, la visita o el desván,
una noticia, un sueño al más allá
que te mantiene en vilo o
que me mantiene erguido y cantar.

Un sentimiento, una rosa, un colibrí,
las once cartas, las que nunca recibí,
el sexo enfermo de amor que grita
que diciembre no se hizo para morir.


La primavera, el principio de algún fin,
un rostro ajeno compañero del vivir,
la noche, el cielo, el sol y el mar que gritan
que diciembre no se hizo para morir...
Diciembre no se hizo para morir.



Letra y música: Eduardo Ulloa.
05 de enero de 2004.

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NO PUEDO HACERLO SOLO.

Puedo ver el cielo desbordando su mar
creando ríos, tempestades y alguna soledad,
pero no puedo ver tu azul tras la cortina de tu faz
si no la muestras plena o si se nubla tu mirar.

Puedo darle al viento algún mensaje colosal
decirle en cientos de colores lo que vive mi ansiedad,
pero no puedo darle aliento si no es por medio de tu voz
y de tu acento, desde tu centro.

Puedo ser el sueño más letal,
el guía que te lleve al más allá...
Pero no, no puedo hacerlo solo
si no muestras tú la senda, el libro
o el viaje a la humedad.

Puedo ser ficción, un pase al paraíso,
la duda en un rincón que cambie tu semblante
de algún camino recorrido sin luz de amor
pero no puedo hacerlo solo
ya que, esas ruinas, no despiertan si no estás tú.


Pero no, no puedo hacerlo solo
si no plasmas tu sonrisa entre mi mundo con tu luz...

Puedo ser traición, un paso titubeante,
la luna de tu mar, las “cuatro estaciones”
pero no puedo hacerlo solo, no puedo serlo solo,
mi música o mi historia no son nada
si no las haces tú.



Letra y música: Eduardo Ulloa
Enero 18 de 2004.
A: Gabriela Núñez Mancera.

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DAME, GAVIOTA.


Dame en tus alas el intento
de ir a diario tras del sol y de su ocaso;
el conservar, feliz, un cielo
sin importar el tiempo, el frío o la ansiedad.

Quítame el ciño del recuerdo
que tiñe opaco y ciego a este amor
y no lo deja ser el sueño
o la ilusión y luz del corazón.

Dame en un vuelo
el paraíso que tuvieras escondido
de cada puerto que hubieras recorrido (oh, Gaviota)
y que no puede mi garganta transformar;

Deja en tu nido
las bendiciones que pudieras rescatar,
el tono blanco que equivale a tu verdad (oh, Gaviota)
que son, a diario, tu razón y despertar.


Dame, Gaviota,
ese nido, ese vuelo, el color
esa tierra, ese mar o paraíso (oh, Gaviota)
que me llenen siempre el alma
de paz y amor.


(En un suspiro, gaviota, en un suspiro
recorrer el cielo a tu lado
sabiéndote en tus alas y tu libertad,
regresar tan lleno de paraíso y
en un suspiro, gaviota, en un suspiro
convertirlo en mi verdad.

Guardaré tu ruta, trazaré tu andar,
para poder encontrarte siempre;
acompañarte en tus viajes
fuera de la tempestad en que me haya aturdido
cuando no puedo soñar.

Quiero estar contigo,
en un refugio tranquilo poder conversar,
que me cuentes de tu mundo lo que no puedo mirar;
que me hables de algo puro,
y entre el mar y un ocaso poder anidar.)



A: Gabriela Núñez Mancera
Texto final: Juan Manuel Quintero Ballesteros.
Letra y música: Eduardo Ulloa
09 Diciembre de 2002.

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CRÉDITOS:

Todos los temas son de Eduardo Ulloa (excepto el tema "Quiero ser" original de Gilberto González Ramos y Eduardo Ulloa) y todos los instrumentos son ejecutados por él mismo.
En el tema "Tu sombra en el portal" el contrabajo está ejecutado por Alfredo Saras Rangel.

Voces adicionales:

En el tema "No te creas": Dany.
A dúo con Ricardo Avila.

En el tema "Quiero ser": Marco Manjarrez.

En el tema "Dame, Gaviota": Juan Manuel Quintero Ballesteros.

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AGRADECIMIENTOS:

A todos y cada uno de los cuales, sin su sentimiento volcado en mí, no haya sido posible la realización de cada tema.

América Iris Tovar, María de los Ángeles Soto, Alfredo Saras, Guadalupe Partida, Gilberto González, Gabriela Núñez, Ruth Juliette Rubio y Cynthia Elizondo.

Eduardo Ulloa utiliza guitarras Ernesto Caro López.


FEBRERO DE 2005.